Biografia
Biografía de Pintor Biografía de David Kennedy
Pintor de origen canadiense, David Kennedy vive en Paris. El mayor de cinco hermanos, se cría en Toronto entre un padre ingeniero y una madre ama de casa. Estudia Economía e Informática. La pintura, los cuadros, se abren a él en los museos que frecuenta asiduamente. En 1986, para alejarse de una familia que le pesa, se instala en París.
El encuentro con las Bellas Artes
A cuarenta años, muy interesado por las Bellas Artes, toma cursos de pintura y efectúa un « stage » en el Museo Georges Pompidou, en el departamento de control de contratos expositivos. Estas dos experiencias actúan como un punto de inflexión : David Kennedy inicia su propia carrera de pintor. Varios encuentros jalonan su recorrido iniciático. Encuentra a los pintores Denis Prieur et Thierry Cauwet, que le abren las puertas de sus talleres de pintura. Además de la pintura, se inicia en el Grabado frecuentando el taller de grabado del Museo Carnavalet, el taller de Mireille Baltar, rue des Arquebusiers, el taller Yaroslav Gorbanevsky y mas tarde el taller de Bo Halbirk. Con esa trayectoria, David Kennedy se forja una mirada artística y una técnica que no dejará de evolucionar hasta hoy.
Obra pictórica : El arte religioso, El arte mitológico, El retrato
Cada cuadro del pintor David Kennedy surge del encuentro con un tema, del que se apropia con fervor para interpretarlo. La pintura mitológica, el arte religioso, el Renacimiento, los tapices flamencos y concretamente « David y Bethsabée », figuran entre sus fuentes de inspiración. Su creatividad es el fruto de una intensa búsqueda. Además de la pintura, el cine, la literatura y las exposiciones alimentan su imaginación. Su entusiasmo le lleva a explorar minuciosamente los métodos utilizados por algunos artistas. Así, para reproducir los juegos de luz pintados por Rembrandt, realiza primero una serie de fotos en un estudio, poniendo en escena los personajes vestidos de época. Cada cuadro del pintor David Kennedy surge del encuentro con un tema, del que se apropia con fervor para interpretarlo. La pintura mitológica, el arte religioso, el Renacimiento, los tapices flamencos y concretamente « David y Bethsabée », figuran entre sus fuentes de inspiración. Su creatividad es el fruto de una intensa búsqueda. Además de la pintura, el cine, la literatura y las exposiciones alimentan su imaginación. Su entusiasmo le lleva a explorar minuciosamente los métodos utilizados por algunos artistas. Así, para reproducir los juegos de luz pintados por Rembrandt, realiza primero una serie de fotos en un estudio, poniendo en escena los personajes vestidos de época.
Bajo esta misma perspectiva, una estancia en Asis y la película « Francisco, juglar de Dios » de Roberto Rosellini, van a inspirarle 21 cuadros relativos a la vida de San Francisco de Asis.
El Arte : compartirlo y transmitirlo
Como a muchos artistas, a David Kennedy le anima la voluntad de transmitir y compartir su pasión por el arte bajo todas sus formas. Con una curiosidad siempre viva por otras civilizaciones, mantiene relaciones amistosas con la comunidad china, ésa que manifiesta su avidez por la cultura occidental. David Kennedy sigue hoy estudiando el chino. Muchos de esos intercambios han sido otras tantas oportunidades para presentar los conceptos cristianos subyacentes a la vida de San Francisco de Asis. Sus numerosos viajes, ocasiones de encuentros con artistas y galerías, han agudizado su visión del mercado del arte. David Kennedy no oculta, en particular, el papel mayor que ocupa el dinero. Es muy sensible a las dificultades financieras que conocen sus amigos artistas. Estos tienen dificultades crecientes para exponer en galería y vivir de su arte. Siempre emprendedor, David Kennedy está reflexionando actualmente a los medios necesarios para montar un espacio de creación en sostén de artistas desconocidos.